Discipulado
En
el libro de los Hechos podemos ver claramente, lo importante que era para el
apóstol Pablo formar discípulos y no simplemente convertidos.
El
libro de Los Hechos nos enseña en 14:21-22: ...confirmar los ánimos de los
discípulos y exhortarlos a que permaneciesen en la fe….
La
Palabra CONFIRMAR en el griego original significa: sobre un apoyo,
fortalecer, en otras palabras, hacer firme, seguro. Implica servir de soporte o
sostén a alguien. Es tener en quien apoyarse para salir adelante.
Tenemos
que aprender a apoyar y a sostener a los nuevos. Es como un niño recién nacido,
necesita de nuestra atención.
La
palabra EXHORTAR significa apremiar a alguien para que
siga un curso de conducta,. Es animar, alentar a una persona para que se
mantenga en el camino escogido. Es corregir “con amor ” animando a que alcance
el objetivo.
Los
nuevos discípulos requerían un apoyo similar. Los cuidados de la madre en las
primeras horas de la vida de un recién nacido son vitales, al igual que los
cuidados y la atención en los próximos meses. De no ser así el pequeño moriría
o seria victima de las circunstancias.
Así
como un bebe no puede valerse por si mismo, por no contar con la capacidad para
defenderse, alimentarse o sobrevivir el nuevo no podrá prevalecer en la vida
cristiana sin el cuidado oportuno de sus padres espirituales.
Por
esta razón Pablo regreso para apoyar a los recién convertidos. No le importo
arriesgar nuevamente su vida por amor a ellos.
PRINCIPIOS BÁSICOS
El amor debe ser el motor que nos lleva
a servir a Dios. El amor nos permite soportar la persecución, el menosprecio,
la traición..(II Timoteo 2:3, 10)
Tenemos que estar siempre dispuestos a cuidar y a ayudar en todo lo
posible a los hermanos, especialmente a los nuevos. (II Tesalonicenses
2:5-7) Leer 1ª Corintios 13.
“3 COSAS FUNDAMENTALES”
1. CONOCER LA PALABRA:
Todos
los hombres usados por Dios, a través de la historia le han dado un lugar
prioritario en sus vidas a la Palabra de Dios. En ella encontraron la fuente de
sabiduría y crecimiento espiritual.
Juan
3:11 dice que de lo que sabemos hablamos y no hay forma de saber de la Biblia,
si no sacamos tiempo para leerla, estudiarla y memorizarla. Necesitamos
mantenernos en total dependencia de la Palabra, solo así tendremos algo para
dar a otros que se acerquen a nosotros buscando consejo o ayuda.
Si
aprendemos a valorar y a darle el lugar que se merece en nuestras vidas el
Espíritu Santo siempre tendrá donde echar mano para recordarnos los pasajes
adecuados en el momento que los necesitemos (Juan 14:26)
Jesús
nos dio ejemplo al derribar todo argumento que el diablo le presentaba en el
desierto diciendo: Escrito está” utilizando de esa manera la Palabra de Dios.
Charles
Spurgeon leyó la Biblia mas de 100 veces y dijo: “La ultima vez la encontré
mucho mas hermosa que la primera vez”
2. DISPOSICIÓN:
Colosenses
3:23: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para
los hombres”
Una
de las cosas que mas le agrada al Señor es que hagamos nuestra labor como para
El y no para ser vistos o reconocidos por los hombres. Debemos de hacer las
cosas como El mismo las haría de estar en nuestro lugar. Como si de ello
dependiera nuestra propia vida.
La
disposición se refleja en la actitud que tenemos al hacer las cosas, aunque la
orden que Dios nos este dando no sea la mas lógica para nuestro razonamiento o
la que mas nos agrade.
Lo
que pone de manifiesto mi disposición son las actitudes del corazón. Estas
hablan por si solas y son captadas por quienes nos rodean; aun sin expresar una
sola palabra. Muchas veces una imagen vale más que mil palabras.
Isaías
6:8 “Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quien enviare, y quien ira por
nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí envíame a mi”
3. ORACIÓN
Si
en algo debemos ser especialistas es en la oración. Es por medio de ella que
ganamos las grandes batallas. Hagamos de la oración el tiempo más especial de
cada día. Evitemos que sea aburrida, mecánica y monótona. Hable con el Señor en
forma sencilla, pero coherente, y diríjase confiada y honestamente porque El
esta atento a nuestras palabras.
En
la medida en que aprendamos a pasar tiempo en la presencia del Señor, su
espíritu llenara nuestros corazones. Debemos interceder para que nuestras
vendas espirituales caigan, y para que los que no conocen al Señor, le puedan
conocer. Recuerde que la oración produce cambios en el mundo espiritual. La
oración rompe cadenas (Jeremías 33:3 – Mateo 7:7-11)
PREGUNTAR PARA REFLEXIONAR:
1.
Por medio de la lectura de Filipenses 2:3-11 ¿Ha descubierto actitudes
erróneas en tu forma de relacionarte con los demás?
2.
¿Te consideras superior a los demás?
3.
¿Crees que al humillarte perderás el respeto de los demás?
4.
¿Tienes actitud de siervo?
“TRABAJANDO
EN EQUIPO”
Cuando
Jesús llamo a sus discípulos les dijo que haría de ellos pescadores de hombres.
Uno de los métodos mas usados para la pesca en Galilea es el siguiente:
Se
ponen de acuerdo dos pescadores. Cada uno a un extremo del otro y luego, echan
la red en medio de las dos barcas. Dentro de la red colocan pedazos de plomo
con el fin de hundirlas, y cuerdas en los extremos para poder arrastrar de ella
cuando sea necesario. Luego, uno de los pescadores empieza a virar su barca
para encontrarse con el otro.
Es
entonces cuando los hombres en tierra tiran de las cuerdas con gran fuerza y
arrojan piedras para los peces se asusten y no se salga. Cuando se acercan a la
playa se sostienen los extremos y se tira a la orilla. Allí los peces son
juntados y clasificados según su especie.
Esta
manera de pescar muestra la importancia del trabajo en equipo. Unos reman,
otros tiran de las cuerdas, y otros tiran piedras. Que gran lección encierra
este trabajo unido y cooperativo.
Como
iglesia tenemos que aprender a trabajar en equipo, a reconocernos el uno al
otro y a trabajar bajo autoridad. Es nuestro deber colaborar con el resto de
nuestros hermanos para que la unidad de la iglesia sea una realidad y juntos
podamos extender el Reino de Dios.
“PRINCIPIOS BÁSICOS”
Nos necesitamos los unos a los otros. (1ª Corintios 12:18-27)
Debemos
de aprender a trabajar en equipo colaborando con todos los hermanos y apoyando
las actividades de la iglesia. (Hechos 2:43-47)
Trabajamos para autoridad. Respetando el orden establecido por Dios. (Efesios
5:21-25) (Romanos 13:1-2)
Somos
un cuerpo y todos tenemos talentos, dones y cosas que aportar para el beneficio
de desarrollo de la iglesia. (Romanos 12:4-8)
LA
SANTIDAD
Ser
santos significa vivir apartados del pecado, consagrado y rendir nuestras vidas
al Señor. Muchos confunden la santidad con una vida religiosa, guardando
costumbres y tradiciones. Sin embargo la santidad no tiene nada que ver con
eso.
En
el libro de los Hechos podemos ver a la iglesia primitiva incentivando
permanentemente a sus miembros a vivir en Santidad. Los apóstoles cuando daban
la Santa Cena enfatizaban la necesidad de mantenerse sin pecado con el fin de
que no hubiera juicio o muerte en sus vidas. (Hechos 2:42 – 1ª Corintios 11:29
– Hebreos 12:14)
Vivir
en santidad significa tener una vida limpia. Cualquiera que aspire a ser usado
por Dios en su obra deberá vivir en santidad, pues el Señor solo escogerá a
instrumentos limpios por medio de los cuales pueda fluir para hacer su obra. En
cualquier área de servicio (alabanza, Escuela Dominical, etc) donde tenemos que
dar a los demás, nos tenemos que preparar de una manera diferente en lo que es
nuestra vida de santidad.
Debemos
de vivir lo mas cerca de Dios que podamos, examinándonos profundamente delante
de El cada día, debemos tomar tiempo para que el Señor nos muestre como esta
nuestro interior y remueva todo pecado de nuestras vidas, aun aquellos
considerados sin importancia. Esta limpieza de corazón debe manifestarse en
cada una de nuestras acciones y actitudes.
El pecado oculto, nos quita autoridad y el respaldo de Dios. No debemos
nunca echarles la culpa a los demás de nuestros males ni debemos justificarnos,
debemos más bien ir delante de Dios y ser sinceros. (Oseas 10:12)
·
Sembrar rectitud para sembrar misericordia.
·
Hacer barbecho, implica quebrantar nuestros
corazones delante de Dios.
1ª
Timoteo 3:7 nos habla de tener un buen testimonio con los de afuera. Vive
reflejando el carácter de Cristo. El amor fue la clave del éxito de Jesús y lo
manifestó desde el mismo momento que dejo su trono para hacerse igual a
nosotros.
Filipenses 2:1-11 Jesús nos da muestras palpables
del verdadero significado del amor, olvidándose de si mismo y poniéndose en el
lugar de las personas viviendo con ellas sus aflicciones y problemas e
identificándose con la gente.
PRINCIPIOS BÁSICOS:
No
estimarnos a nosotros mismos. vs. 6
Despojarnos
de nosotros mismos. vs. 7
Tomar
forma de siervos. vs. 7
Hacernos
semejantes a los hombres (identificaros con su situación) Vs. 7
Humillarnos.
vs. 8
Acercarnos considerando al otro como superior.
vs. 3
Este es el modelo de un verdadero discípulo de Jesús.
Mateo
28:19-20
“Por tanto, vayan y hagan discípulos
de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y
les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”
Hay mucha diferencia entre ser un
creyente y ser un discípulo. Nuestro Señor Jesucristo, siempre fue honesto de
sus invitaciones al discipulado. Jamás nos dejó la idea de que hay que rogarle
a la gente para que se entregue. Tampoco nos insinuó, jamás, que hay que dejar
a un lado convicciones o demandas de la fe para que las personas, que no están
en Cristo, se resistan. Al contrario, Él siempre desafió la voluntad de los
hombres y de las mujeres, y lo sigue haciendo hoy en día.
He aquí 25 diferencias entre un
creyente y un discípulo:
EL
CREYENTE espera panes y peces. EL DISCÍPULO es un pescador.
EL
CREYENTE lucha por creer. EL DISCÍPULO lucha por reproducirse.El
CREYENTE se gana el DISCÍPULO se hace.
EL
CREYENTE depende de la leche espiritual para sobrevivir.EL DISCÍPULO
come sólido, creciendo y madurando, listo para servir.
EL
CREYENTE hace hábitos y cae en la rutina. EL DISCÍPULO rompe moldes, y
tradiciones.
EL
CREYENTE espera que le asignen tareas. EL DISCÍPULO está siempre listo
para asumir responsabilidades.
EL
CREYENTE murmura y reclama. EL DISCÍPULO obedece y se niega a sí mismo.
EL
CREYENTE depende de las circunstancias para servir. EL DISCÍPULO aprovecha
las circunstancias para ejercer su fe.
EL
CREYENTE es “Yo” para que le den y le sirvan. EL DISCÍPULO es “Ellos”
para dar y servir.
EL
CREYENTE se sienta a adorar. EL DISCÍPULO es un adorador.
EL
CREYENTE dice “la unión del Espíritu Santo es la meta”. EL DISCÍPULO
dice “la unión es el punto de partida”.
EL
CREYENTE esta para sumar. EL DISCÍPULO esta para multiplicar.
EL
CREYENTE tiene la visión de la comunidad. EL DISCÍPULO tiene la visión
de Cristo y de la Iglesia.
EL
CREYENTE espera milagros. EL DISCÍPULO obra milagros.
EL
CREYENTE cuida las estacas de su tienda. EL DISCÍPULO ensancha el sitio
de su cabaña.
EL
CREYENTE su meta es llegar al cielo. EL DISCÍPULO su meta es ganar almas
para el cielo.
EL
CREYENTE necesita de campaña y música para animarse. EL DISCÍPULO vive
en campaña porque está animado.
EL
CREYENTE espera un avivamiento. EL DISCÍPULO es parte del avivamiento.
EL
CREYENTE agoniza sin morir. EL DISCÍPULO muere y resucita en Cristo
Jesús para dar vida.
EL
CREYENTE es miembro. EL DISCÍPULO es siervo.
EL
CREYENTE se enreda con la cizaña del diablo. EL DISCÍPULO sabe bien sus
artimañas y no se deja confundir.
EL
CREYENTE es “algún día” EL DISCÍPULO es “heme aquí”.
EL
CREYENTE quizás predique el evangelio. EL DISCÍPULO hace discípulos.
EL
CREYENTE maduro se hace discípulo. EL DISCÍPULO maduro asume los
ministerios del Cuerpo de Cristo.
EL
CREYENTE, Jesús es el Salvador. EL DISCÍPULO, Jesús es el Señor.
Todo
discípulo es un creyente, pero no todo creyente es un discípulo. ¿Quién eres tú?
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